1- El consumo es el lugar de reproducción de la fuerza de trabajo y de expansión del capital: El consumo de bienes y servicios es considerado como una manipulación por parte de la clase dominante de una sociedad transmitiéndose en los servicios a los trabajadores, a través de la publicidad y otros medios, como también necesidades artificiales que los lleva a consumir y a reforzar así la expansión del capital.
“El error de esta teoría consiste en creer que se pueden desarrollar necesidades artificiales (Néstor García Canclini)”; el teórica sugiere que se complete el enfoque economicista con el saber antropológico que explica cómo los usuarios seleccionan y hacen la combinación de los productos entre los mensajes.
2- El consumo es el lugar donde las clases y los grupos compiten por la apropiación del producto social: Después de ver como un canal de imposiciones verticales al consumo, se ha llegado a considerarlo un escenario de disputas por lo que la sociedad produce y por las maneras cómo se usa; esto según el autor.
3- El consumo como lugar de diferenciación social y distinción simbólica entre los grupos: En las sociedades que se consideran democráticas para construir y comunicar las diferencias sociales, el consumo se vuelve un área fundamental.
“Las diferencias entre los distintas clases se da no por los objetos que se posean, sino por la forma en que se les utiliza (qué programas se ve en la TV, qué música se escucha en la radio o en el reproductor de discos compactos, etc)
4- El consumo como sistema de integración y comunicación: Constituye un conjunto de diferencias entre grupos elitistas y los subalternos en México y que según García Canclini no se dan ya como antes a través de la oposición entre lo propio y lo importado; o entre lo tradicional y lo moderno, sino que “adhesión diferencial de sistemas culturales con diversa complejidad y capacidad de innovación.
EJEMPLO:
Mientras que algunos prefieren escuchar a Santana, Sting y Carlos Fuentes; otros se interesan mucho más en escuchar a Alejandra Guzmán, Julio Iglesias y las telenovelas mexicanas o brasileñas de exportación.
5- El consumo como escenario de objetivación de los deseos: Existen elementos irracionales o inconscientes en el consumo.
Las personas actúan con frecuencia siguiendo “deseos sin objeto, impulsos que no apuntan a la posición de cosas precisas o a la relación con personas determinadas; pero a pesar de ser “difícilmente aprensible, el deseo no puede ser ignorado cuando se analizan las formas de consumir”.
6- El consumo como proceso ritual: “La sociedad selecciona y fija, mediante acuerdos colectivos, los significados que la regulan (Canclini)”.
El autor cita el concepto de cultura propuesto por Douglas e Hisjewoodcomo, cuya función primaria es darle sentido al rudimentario flujo de los acontecimientos.
García Canclini afirma que los seis modelos son necesarios para poder explicar los aspectos del consumo y también afirma que “ninguno es autosuficiente y, sin embargo, aún es difícil establecer principios teóricos y metodológicos transversales que los combinen”.
Son modelos que sirven y se aplican para cualquier tipo de consumo, no solamente al que se refiere a cultura; también es muy eficiente para analizar la manera en que los grupos sociales usan y se apropian de todo tipo de productos culturales desde lo artístico a lo académico hasta llegar a la óptica de lo que aparece en los medios de comunicación.
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