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lunes, 11 de noviembre de 2013

Raul Beltrhán Bonilla.



CONSUMO CULTURAL

Está divida en dos vías. Lo que de alguna manera adquieren cultura en todas las vías producto de lo internacional, danza árabe, arte culinario chino, música o trovas de historias de naciones de avanzada, por ejemplo la música griega con sus instrumentos, o las muestras de ciencia y educación de la nasa o de Rusia, en todos estos casos el acceso vía Internet lo ha modificado en tiempo y distancia. Consumo cultural significa que hoy fácilmente podemos tener acceso a la real biblioteca de Londres, lo que antes era imposible para un ciudadano de cualquier país de tercera o cuarta categoría, esto es parte de consumo cultural en la vía positiva.


El consumo cultura en forma negativa, lo tenemos por ejemplo con la publicación de la conducta de jóvenes artistas como Bibier y su drogadicción y vida lidibinosa, es decir: prostitución. Rihana y sus desmadres, los cuales son imitados en su vestimenta por jóvenes salvadoreños. Vida libertina o licenciosa al estilo de los ingleses o juventud norteamericana forma de comer chatarra o trasnochado en centros especiales como disco o restaurantes caso la gran via o zona rosa, entre otros, que no son propios de nuestra cultura.


El país entero no tiene voluntad de guardar su propia memoria histórica, menos de conservar su cultura. La sociedad en general es bombardeada diariamente por diversos medios con la cultura ajena, redes sociales, televisión de cable, revistas y otros.La transcultura es grave y lo vemos a diario, como las clases sociales consumistas son las que mas adoptan posiciones, vestimentas, aritos, modas, zapatos, etc.

Cuando adoptan con suma facilidad determinando con ello la debilidad de pensamiento y educación para asumir como propia la costumbre de esas naciones poderosas.
Los salvadoreños de las culturas exteriores tenemos poco y de la nuestra menos…